Rosario Jorge cumple cien años en la Villa de Moya  

  • Rosario Jorge, más conocida entre sus allegados como Rosarito, cumplió cien años junto a su familia recibiendo la visita del alcalde, Raúl Afonso, junto a Lucía Rodríguez, concejala del área de Mayores 
  • “Es un día especial y le hemos querido dar la sorpresa viniendo a visitarla para compartir un ratito con ella y recordar viejos tiempos. Nuestros mayores son la historia viva de nuestro municipio y tenemos que ponerlos en valor”, resalta el alcalde Raúl Afonso 

Rosario Jorge Ramos, más conocida como Rosarito, cumple 100 años y lo hace cargada de alegría y vitalidad y recibiendo la visita del alcalde, Raúl Afonso junto a la concejala de Mayores, Lucía Rodríguez. Un día especial y significativo en el que abrió las puertas de su casa para recordar viejas anécdotas antes de celebrar por todo lo alto su cumpleaños junto a su familia. Unos cien años que como ella recalca son solo en el DNI, “por ahí dicen esa cifra pero yo soy una niña”, resalta con alegría. 

“Los mayores son los tejedores de la historia de la Villa de Moya y compartir un ratito con ellos siempre es agradable para ellos y para nosotros. Para ella hoy aquí no estaba el alcalde, Raúl, sino el niño que ella vio crecer y eso es especial tanto para ella como para mí”, señala el alcalde, Raúl Afonso. Rosarito es natural de Juncalillo, al casarse se vino a Moya para después poner rumbo a La Aldea, como explica su hijo Manolo, “mi padre trabajaba en el coche de hora y para allá nos tuvimos que ir todos, mi madre, mi hermano y yo. Allí estuvimos viviendo dieciséis años hasta que después regresamos a Moya, para poder estudiar”, apunta. 

Ya con las raíces en la Villa de Moya Rosarito nos descubre las claves para llegar con su vitalidad a los cien años y es que subir y bajar las escaleras de su casa y salir a caminar son su tarea de cada día. “La clave es vivir tranquilos, tenemos para comer, mi hijo, mis nietos y mi familia están bien y, por tanto, yo estoy bien. Hay épocas en las que nos ha tocado llorar mucho, pero por eso ahora es momento de reír. Yo lo único que pido es que todo y todos estén bien, que tengamos que comer y seguir viviendo porque yo estoy como nueva”, resalta con una sonrisa en la cara.

Rosarito acompañada por su hijo, sus nietos y sobrinos celebra sus cien años con una buena comida y es que, “mientras tengamos que comer todo está bien”, una frase en la que hace referencia a sus tiempos de juventud en los que las dificultades estaban a la orden del día. Ahora solo espera disfrutar de ello con tranquilidad y jovialidad. 

¡Qué sean muchos años más y que los sigamos disfrutando en la Villa de Moya!