La Casa-Museo Antonio Padrón recuerda a las víctimas de la esclavitud con una conferencia sobre la economía azucarera en Canarias

 Antonio Manuel Macías Hernández, profesor de la Universidad de La Laguna, imparte la charla el 25 de marzo, Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica, a las 18:30 horas, con entrada libre

Las Palmas de Gran Canaria, 23 de marzo de 2023.- A lo largo de 400 años, más de 15 millones de hombres, mujeres y niños fueron víctimas de la deplorable trata transatlántica de esclavos, uno de los capítulos más negros de la historia de la humanidad. Cada año, el 25 de marzo, el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos ofrece la oportunidad de homenajear y recordar a aquellos que sufrieron y murieron a manos de este brutal sistema de esclavitud. La Casa-Museo Antonio Padrón-Centro de Arte Indigenista recuerda este día ofreciendo la conferencia titulada ‘El caso de la agroindustria azucarera de Canarias 1480-1550’. La charla, que estará a cargo de Antonio Manuel Macías Hernández, investigador y profesor de la Universidad de La Laguna, se celebra el mismo día 25 de marzo, a las 18:30 horas. La entrada es libre, hasta completar aforo.

El objetivo de este Día Internacional también es generar conciencia sobre los peligros del racismo y los prejuicios en la actualidad. La historiografía dedicada al estudio de la agroindustria azucarera de los siglos XVI al XIX insiste sobre el mayoritario empleo de mano de obra esclava en los dos apartados de su proceso productivo (agrícola e industrial). Se trata de un esquema que se ha repetido para el caso de la agroindustria azucarera nacida en Canarias en el último cuarto del siglo XVI y cuya actividad, aunque en declive desde los años 30, se mantuvo hasta mediados de esta centuria, cuando se admite también que la mayoría de los ingenios azucareros canarios apagaron sus calderas a raíz de la competencia del azúcar brasileño y antillano, según explicará el profesor Macías en su conferencia.

Sin embargo, el investigador ofrece una perspectiva analítica bien diferente; una postura que revela una vez más el peligro de repetir ideas y paradigmas sin el necesario respaldo teórico-empírico. Porque, “a pesar de los valiosos estudios realizados, la esclavitud no ocupó un rango estadístico que permita hablar de azúcares y esclavitud en el caso de la agroindustria canaria, y menos realizar cualquier comparativa con las economías de plantación del otro lado del Atlántico”, asegura firme el historiador. “Por el contrario, debemos hablar de lo que en verdad otorga singularidad al caso canario en el contexto enunciado. Es decir: de azúcares y mano de obra libre, pues primó la fuerza de trabajo asalariada, tanto en la plantación como en la industria, y, además, gracias a la acción conjunta de dos principales factores: por un lado, un modelo de reparto de las tierras aptas para el plantío cañero que combinó la gran propiedad, con su ingenio y plantación, con la de medianos y pequeños propietarios de cañaverales;  por otro, la existencia de mano de obra libre, reclutada en un mercado de trabajo que se nutría con contingentes locales y con temporeros lusitanos”.

Teniendo en cuenta estas premisas, aunque al profesor le parece correcto la celebración de eventos que recuerden el sufrimiento causado a los miles de nativos africanos que fueron trasladados al otro lado del Atlántico para faenar como esclavos en haciendas y plantaciones, “también me parece correcto poner el acento en la otra cara; la de economías que fueron capaces de generar su riqueza y, en el caso que nos ocupa, azucarera, sin necesidad de contar con fuerza de trabajo mayoritariamente esclava. Así ocurrió en el caso de Canarias y este hecho permite valorar el significado social que los isleños dieron al empleo de esta fuerza laboral, como bien ponderaron los viajeros extranjeros que visitaron las Islas”.